Zoom’Art Magazine

“Une nouvelle approche de l’Art”

Magazine Digital

El textil es el hilo secreto que enlaza la obra de dos creadores que, aunque en campos distintos, dialogan en una misma lengua de materia y trascendencia.

La moda y el arte textil se encuentran en un territorio donde la materia se vuelve memoria y la forma se convierte en lenguaje. En este cruce se alzan dos voces singulares: Olga de Amaral, con sus monumentales tapices que transforman el espacio, y Haider Ackermann, con sus prendas que envuelven la piel en sombras líquidas.

Fondation Cartier, París, 2022

Mark Leibowitz, Paris Fashion Week 2015

La obra de la artista colombiana, reconocida internacionalmente, no se limita a la fibra: la expande en un acto de contemplación. Oro, crin y lino se entrelazan en superficies que, como señaló la Fondation Cartier, son “paisajes suspendidos entre pintura y escultura, donde el tejido se vuelve memoria material” (Fondation Cartier, París, 2022). Sus tapices no decoran: instauran silencio y erigen monumentos luminosos.
El diseñador nacido en Bogotá ha construido un lenguaje donde los drapeados son geografía y la seda, un río en movimiento. The New York Times describió su estilo como “una alquimia de contrastes mezcla de tejidos y caída impecable que convierte cada prenda en una segunda piel” (NYT, 2010). Ackermann viste el cuerpo con dramatismo controlado, generando un vestuario que respira con quien lo porta.

Amaral borda soles eternos; Ackermann dibuja sombras efímeras. Ella viste el espacio, él viste la piel. Ambos, desde universos distintos, se encuentran como exploradores textiles: tejen memorias íntimas y las proyectan hacia el futuro. En sus manos, el textil deja de ser materia para convertirse en metáfora de lo humano, un hilo que nos ata a la memoria, al arte y al ser.

En colaboración con Textiles y Moda Por: Martha Caballero y Óscar Vanegas
Instagram: @textilesymoda

 

Martha Caballero

Oscar Vanegas

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