En la serie de publicaciones que hemos realizado en 2023, gracias a la valiosa colaboración de Ron Shipmon, hemos hablado de la importancia del arte en la vida cotidiana, cómo hacer una colección de arte sin tener salarios millonarios y ahora debemos enfrentar la pregunta sobre el «valor del arte».
El valor del arte es un tema que siempre ha sido cuestionado por artistas, espectadores, galeristas, coleccionistas y casas de subastas.
La pintura, la escultura, la danza, la música son artes que tienen un valor tanto cultural como monetario, pero ¿por qué comprar una obra de arte no es lo mismo que comprar un boleto para un concierto o una escultura? ¿Está el valor del arte en la firma del artista?
En el mercado, podemos encontrar obras de arte con precios exorbitantes, lo que nos lleva a preguntarnos por qué o qué motivaría a una persona a gastar tanto dinero en una obra de arte cuando hay personas que prefieren descargar canciones gratis en lugar de pagar por un boleto de concierto.
En el mundo de las bellas artes, el valor de una obra es el precio que alguien está dispuesto a pagar por ella en un momento y lugar dados.
Sabemos que la experiencia de cada creador en una obra es tan diversa como la cantidad de personas que la aprecian, lo que nos lleva a pensar, ¿dónde está el arte? ¿Está en lo que vemos, en lo que sentimos, pensamos o reaccionamos? Si es así, entonces ¿cómo determinamos el valor, si para algunos es valioso, y para otros no lo es; es por lo que te hace sentir, por la técnica que usas, o por la firma?
Existen muchos factores y aspectos influyentes, como el éxito y la popularidad de un artista, el pulso del mercado, los lugares donde ha sido expuesto, así como la calidad artística de la obra o de su autor.
Mencionaremos algunos factores que pueden contribuir al valor de una obra de arte:
Reputación: aquí se tiene en cuenta el grado de reconocimiento del autor de la obra dentro del medio, así como la crítica especializada de la obra en sí; también se tiene en cuenta la poca o mucha cantidad de obras incluidas en las exposiciones.
Demanda: este factor va de la mano con el anterior, ya que a mayor reputación, mayor es la demanda por el trabajo; y cuanto mayor es la demanda, más alto es el precio. Es importante mencionar que la demanda de un autor no siempre es homogénea, es decir, se da por periodos, donde la competencia hace que los precios se disparen por encima de las estimaciones.
Origen: ¿Cuál es la historia de la obra? ¿De dónde viene? ¿Fue parte de un evento histórico? ¿Perteneció a una celebridad? ¿Fue parte de una colección real? Las respuestas a estas preguntas pueden hacer que el precio se multiplique, dando un valor añadido al objeto sin ninguna relación con su calidad artística.
Mercado de ventas: este factor está estrechamente relacionado con los dos primeros, es decir, que el hecho de que un artista tenga muy buena reputación y que la demanda en México significa que la tiene en Colombia, por lo tanto, sus obras no podrían adquirirse al mismo precio en ambos lugares, ya que la demanda está limitada a un territorio específico. El precio del arte dependerá del mercado en el que se ofrezca a la venta.
Originalidad: este factor es más frecuente en pintura y escultura, debido a la rareza de cada obra, el número de obras idénticas o similares en cuestión, así como su disponibilidad en el mercado. Una obra original y ellas siempre serán más valoradas que aquellas de las que existen copias originales; es decir, a mayor número de ejemplares, mayor es la oferta en el mercado y, por lo tanto, menor es el precio de la obra.
Dejamos a nuestra audiencia reflexionar para poder definir para cada uno, cuál sería la cosa más importante a tener en cuenta para valorar una obra de arte…
Zoom'Art Magazine