En las próximas décadas, un sistema externo que recolecte y analice flujos infinitos de datos biométricos probablemente será capaz de comprender mucho mejor lo que sucede en nuestros cuerpos y cerebros.
Tal sistema transformará la política y la economía al permitir que los gobiernos y las empresas predigan y manipulen los deseos humanos. ¿Qué hará esto con el arte? ¿Permanecerá el arte como la última línea de defensa de la humanidad contra el auge de algoritmos omniscientes?
En el mundo moderno, el arte generalmente se asocia con las emociones humanas. Tendemos a pensar que los artistas canalizan fuerzas psicológicas internas y que el propósito mismo del arte es conectarnos con nuestras emociones o inspirarnos nuevos sentimientos.
Por lo tanto, cuando evaluamos el arte, tendemos a juzgarlo por su impacto emocional y a creer que la belleza está en el ojo del espectador. Si el arte estuviera definido por las emociones humanas, ¿qué podría suceder una vez que algoritmos externos fueran capaces de comprender y manipular las emociones humanas mejor que Shakespeare, Picasso o Mozart? ¿Qué interés podemos encontrar en la Inteligencia Artificial en música?
La Inteligencia Artificial sabe reproducir bien «al estilo de», pero parece que sobreestimamos mucho lo que actualmente puede hacer en música exigente.
Entre replicación e invención, el campo de la Inteligencia Artificial en música aún es muy nuevo. ¡Dejémoslo vivir y crear, sin subestimarlo ni sobreestimarlo!
Massimiliano Donninelli - Director de orquesta y Compositor
