Desde el principio del siglo XXI, el mundo sufre cambios globales, revelando un grave trastorno en los cimientos de nuestras sociedades. El viejo mundo se está poniendo patas arriba y también empezamos a darnos cuenta de que el mercado del arte se ha convertido en una gran estafa mercantil. Las ventas espectaculares, apoyadas artificialmente por las finanzas y la especulación planetaria, han alcanzado alturas vertiginosas.

En 2013 Jeff KOONS con «Ballon Dog» alcanzó los 58,4 millones de dólares en Christie’s mientras que recientemente se vendió un sublime BOTTICELLI por 45 millones de dólares. Esta observación se ve agravada particularmente en Francia por el Ministerio de Cultura que trabaja para luchar contra todas las formas de representación que no se ajustan a este mercado neocapitalista mercantil, traicionando lo que es su misión principal, apoyar la libertad de creación de los artistas viviendo en su propio país y, no, agotando las subvenciones destinadas a ferias históricas reconocidas de utilidad pública, que son fundamentales para la aparición de nuevos talentos.

La evolución de la comunicación gracias a Internet y, las redes sociales, al contenido de violencia ilimitada paraliza a nuestros líderes y socava los cimientos de nuestras sociedades. Para los artistas, este tiempo incierto es el fermento y la oportunidad de un «RENACIMIENTO» facilitado gracias a este acceso instantáneo a todo el planeta, clave para la difusión de un nuevo arte post-contemporáneo que pretende devolver a las artes plásticas un sentido profundamente humano, volver a lo vital y permanente del hombre apoyándose sobre las riquezas del pasado y dar crédito a la belleza plástica del mundo, de los objetos, de la naturaleza y del ser humano en una búsqueda estética sin concesiones.

Este renacimiento se materializa con la explosión de tendencias “vinculadas al surrealismo y, al fantástico sin olvidar el cómic y el Street art sinónimo de libertad que ya aplican estas reglas de oro representadas en particular por estos grupos que han escapado al estado destructivo como “El Circulo de Artistas Europeos», «los herederos de Dalí» que irradian de España a Polonia pasando por Alemania, sin olvidar marcar con una piedra blanca la última fundación dedicada al «Suprarealismo» creada por Mad-JAROVA que viene a ponerse al lado de la fundación TAYLOR al servicio de los artistas desde 1844. Terminaré con esta metáfora de Jean Marie GAUTIER «Cuando el fruto se pudre, el hueso se parte y la semilla germina para crecer, que a su vez será una aventura. Es más fácil revolcarse en la decadencia que salir de ella.»

Alain Bazard

1961 Recibido en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París.
1984 a 1994 Miembro del Salon d'Automne. Permanentemente en galerías japonesas.
Desde 2013 Presidente de la sección de pintura del Salon des Artistes français.
2014 Medalla de Honor. Premio TAYLOR 2017.
Movimiento Los herederos de DALI: Premio del jurado Trofeo Apocalipsis Dore 2015.
Crítico de arte miembro de AMSC Reijinsha en Osaka y director artístico de la Exposiciones japonesas OASIS en Osaka y Mónaco.