Zoom’Art Magazine

“Une nouvelle approche de l’Art”

Magazine Digital

Martín Chambi Jiménez nació en la comunidad quechua de Coasa, Puno, en el año de 1891. Falleció en 1973. Es considerado como pionero de la fotografía de retrato en el Perú.​ Reconocido por sus fotos de testimonio biológico y étnico, ha retratado profundamente a la población peruana y su patrimonio.

Determinado a dignificar la cultura y tradición de las comunidades de la sierra sur, se ocupó de registrar instantes de la vida cotidiana, a sus personajes, sus fiestas, tradiciones y rituales. Siempre desde una perspectiva artística. Chambi perteneció al grupo de intelectuales y artistas que desarrollaron una corriente indigenista, cada uno con su aporte personal. En su trabajo, que incluye paisajes y retratos, desfilan las clases sociales de su época, restos arqueológicos y estampas de ciudades como Arequipa, Puno, Lima, incluyendo algunas de Chile y Bolivia.

Una obra que, según la gestora cultural italiana Elena Ricetti en un artículo escrito para el Museo de las Culturas de Milán, revolucionó las imágenes de la sierra peruana y de sus habitantes: «Muchos sostienen que, siendo indígena y proveniente de una familia de pocos recursos, él tenía una conexión sin precedentes con la gente, en especial, con los ‘indios’, habitualmente poco entendidos y comprendidos por los fotógrafos. Ellos ciertamente surgen de sus fotos con gran dignidad y una suerte de solemnidad».

Martin Chambi (1891-1973), Aautoportrait (1922). ARCHIVO FOTOGRAFICO MARTIN CHAMBI

Hay aspectos que podrían ser denominados curiosos de la fotografía de Chambi con las fotografías en nuestros días. En su famoso autorretrato, donde él mismo se toma la foto gracias a un cable, podríamos estar hablando del primer selfie por lo menos en Perú, donde se le puede ver observando un negativo de él mismo de una foto anterior. Por el claroscuro se puede hablar de un homenaje a Rembrandt.

En la época, 1923, las placas de vidrio eran muy valoradas por el grado de nitidez, pero también porque se podían retocar las impurezas o pequeños errores en la foto, con lo cual sería como un presagio del actual Photoshop.

El gran logro de Chambi fue documentar la vida cotidiana con todas sus complejidades, en una ciudad otrora tradicional que se modernizaba rápidamente. En su estudio, fotografió a las élites descendientes de los incas, así como a los inmigrantes europeos, árabes y asiáticos de la ciudad. A diferencia de muchos fotógrafos de estudio, Chambi no tenía ningún interés en quedarse toda la vida fotografiando a las mismas personas. No desvió su mirada a problemas sociales espinosos.

Muchas de sus fotografías tienen el don de ser varias fotos a la vez, es decir que se pueden encuadrar varios espacios diferentes en la misma superficie de la foto, lo cual nos habla de la riqueza de su visión y composición. El legado del artista es inmenso, la identificación y documentación de la sociedad andina que hace el fotógrafo va más allá de una simple visión del registro de una ciudad y épocas particulares. Chambi retrata a un país entero bajo una sola mirada. Es así como empieza a manejar mucho más la puesta en escena, juega con las poses, estudia la luz y las sombras logrando tonalidades que van del negro retinto al blanco inmaculado, además empieza a dominar la estética occidental. En esta etapa, por primera vez los campesinos son protagonistas, Martín se identifica con el indigenismo y a través de sus fotografías hace una revalorización de la raza cobriza, su raza.

La producción del artista peruano viene comprometida con un fuerte contenido social, los personajes que son retratados son presentados con la dignidad y el respeto que se merecen.

Chambi tenía la versatilidad de cruzar clases sociales y de poder trabajar con la oligarquía y de la misma manera trabajar con el mendigo. Para esto, Chambi ya había impregnado una documentación sociológica en su fotografía, pero siempre caracterizada por la belleza y el arte. Es por eso que uno de sus trabajos más resaltantes es “El gigante de Chumbivilcas”, o mejor conocido como el gigante de Paruro, que apareció en el diario La Crónica donde se contaba la historia de Juan de La Cruz Sihuana, hombre con más de 50 años, que medía 2 metros de altura.

El 21 de mayo de 1950 en Cusco se dio un fuerte terremoto que marcó el decaimiento de estudios fotográficos en el Cusco. Para esto el maestro Chambi ya había delegado la responsabilidad de su centro a sus hijos. Fueron ellos quienes formaron una dinastía de fotógrafos y cineastas. Además, a través de exposiciones empezaron a expandir el trabajo de su padre a diversos países.

Con la muerte de su esposa y la existencia de algunas enfermedades que lo menoscababan, la vida del genio de la fotografía se apagó un 13 de septiembre de 1973 en el Cusco, rodeado de sus hijos y nietos.

Leoncio Villanueva,
Pintor peruano

Loading...