Celebrar a Jean-Baptiste Poclin dit Molière es una oportunidad para alabar y glorificar a esta figura central de la literatura y el arte franceses. Es evocar su genio que nunca deja de interpelarnos tanto por su modernidad, su temporalidad como por su universalidad.
Dramaturgo y humorista innovador, Molière es actor, director, jefe de la compañía «Ilustre Teatro», observador, analista y buen psicólogo. Comprendió la naturaleza humana y sus oscuros pensamientos y supo ofrecernos en sus obras cómicas «un espejo de lo que es el hombre».
Encarnando «la risa que piensa», Molière logró pintar las costumbres de su tiempo, las debilidades y las carencias del hombre.
«Cubre este pecho que no puedo ver
Por tales objetos las almas son heridas
Y trae pensamientos de culpa».
Molière
Habríamos escrito hoy en día:
Tus hermosos senos desnudos
Excita todos mis sentidos
Pronunciar mi frase
Y me falta moderación
Molière dejó su huella en el mundo francófono, hasta el punto de que la lengua francesa se conoce como «la lengua de Molière» y sus caracteres son sinónimos de sustantivos comunes.
¿No dicen que es Arpagón para el avaro y Tartufo para el hipócrita?

Fatima Chbibane - Poetisa, Traductora, Pintora
Embajadora de la Paz, en la Alliance internationale pour la défense des droits et des libertés AIDL
Editora en jefe, en Pluton-Magazine
